Numerosos aviadores que participaron en la Segunda Guerra Mundial fueron testigos oculares de extraños acontecimientos que ocurrían durante sus misiones de combate. La mayoría de ellos afirma haber observado durante sus vuelos bolas luminosas, las cuales poseían una velocidad y maniobrabilidad inusitadas para los adelantos tecnológicos de la época.
Estos fenómenos fueron denominados “Foo Fighters”, cuya traducción aproximada sería “cazas de fuego”. El término cazas (aviones de combate) se utilizó debido a que en un principio  tanto los pilotos Nazis como los aliados pensaron que los Foo Fighters eran aviones enemigos

Sin embargo, el recelo que estas bolas de fuego habían generado fue disminuyendo debido a que estos fenómenos resultaron ser inofensivos y el fragor de la guerra requería dar prioridad a otros asuntos.
No obstante, al concluir la Segunda Guerra Mundial los Foo Fighters cobraron nuevamente protagonismo, despertando el interés de científicos y ufólogos a nivel mundial. Los primeros manifestaron que la ciencia sería capaz de dar una explicación racional a este fenómeno.
Pero, a pesar de que se han realizado numerosos y extensos estudios sobre el tema no se ha podido llegar a una conclusión contundente. No obstante, en la actualidad la teoría más aceptada afirma que los Foo Fighters podrían ser explicados a través de los  fenómenos meteorológicos denominados “Rayos Globulares” o “Rayos Bola”.
Los Rayos Globulares se definen como una esfera uniformemente luminosa, cuyo tamaño oscila entre los veinte y cincuenta centímetros de diámetro, con una duración aproximada de cuatro segundos, su movimiento es errático, no emite calor y mantiene constante su aspecto hasta desaparecer, generalmente con una explosión.
Las características mencionadas coinciden en su mayoría con las características aportadas por los aviadores que avistaron las bolas luminosas. No obstante, los científicos no pueden ufanarse de haber develado el misterio debido a que los rayos globulares constituyen por sí mismos un misterio.
La dificultad radica en que las propiedades obtenidas sobre diversos experimentos sobre los rayos bolas, son sumamente  contradictorias. Las principales son: la diversidad de colores que presenta; la aparición de los mismos en climas completamente opuestos (tanto en cielos despejados como durante fuertes lluvias); su movimiento puede ser estático o rápido, entre otras dificultades.
Los intentos por encontrar una explicación sobre el origen y el comportamiento de los rayos globulares continúan. Sin embargo, ninguna hipótesis cuenta en la actualidad con la aprobación unánime o en su defecto, mayoritaria, del mundo científico.
Los Foo Fighters también han generado leyendas urbanas que han tratado de  acabar con el halo de misterio que los rodea. La mayoría de ellas atribuye estos fenómenos a tecnologías avanzadas de guerra, las cuales fueron mantenidas en secreto tanto por los Nazis como por los aliados. No obstante, como la mayoría de las leyendas urbanas, ninguna de las dos cuenta con una base sólida o datos comprobables.
Otra de las teorías afirma que los Foo Fighters podrían tratarse de un fenómeno muy similar al denominado “Fuego de San Telmo”, definido como un meteoro ígneo originado por la ionización del aire durante una tormenta eléctrica. Sin embargo, ambos fenómenos tienen diferencias sustanciales. Por un lado, la mayoría de los testigos que han avistado un Foo Fighter coinciden en manifestar que su movimiento era errático, mientras que se sabe que el Fuego de San Telmo generalmente permanece fijo en un lugar. Por otra parte, los Foo Fighters se han observado en diferentes climas mientras que los Fuegos de San Telmo requieren como condición necesaria una tormenta eléctrica.
Por último, una de las hipótesis que cuenta con bastantes adeptos consiste en adjudicar a los Foo Fighters orígenes extraterrestres. Los ufólogos reclaman a los científicos que hayan desechado la teoría que involucra a la vida extraterrestre basándose sólo en un prejuicio,  contradiciendo así la esencia de la ciencia, la cual postula una mente abierta con el objeto de revisar todas las hipótesis.
Las principales pruebas que atribuyen a los Foo Fighters un origen extraterrestre son: la cantidad considerable de observaciones del fenómeno; la coherencia y coincidencia en el relato de la mayor parte de los testigos presenciales del mismo y la prueba de autenticidad de aproximadamente 5%de las fotografías relacionadas con el fenómeno.
Los defensores de esta última hipótesis sugieren que el mundo científico debería adoptar una actitud más abierta flexible debido a que existen pruebas que ameritan por lo menos, el inicio de una investigación al respecto, sobre todo teniendo en cuenta que la ciencia no ha llegado todavía a una teoría irrefutable que explique los Foo Fighters.